Ambas entidades viven la última semana del periodo de aceptación para acudir al canje entre reproches y acusaciones de malas prácticas.
- David Martínez, máximo accionista individual del Sabadell, acudirá a la OPA de BBVA por sus «beneficios estratégicos
La OPA de BBVA sobre Banco Sabadell entra en su fase decisiva. Este viernes acaba el plazo para que los accionistas del banco catalán acepten la oferta y acudan al canje de acciones. La recta final se ve empañada por el aumento de las hostilidades entre ambas entidades que, espadas en alto, han recurrido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para tratar de imponer su relato en unos días determinantes para la operación. Se acusan mutuamente de malas prácticas, de poner trabas al proceso e, incluso, de aportar información «sesgada».
Lo cierto es que los primeros ejecutivos del banco de origen vasco y del catalán han intensificado sus apariciones públicas con una subida de tono progresiva. Desde el lado de BBVA, el objetivo último es convencer de que la propuesta de crear el segundo mayor grupo bancario de España es la mejor opción; desde el Sabadell, que es preferible continuar en solitario bajo promesas de mayor potencial de crecimiento y reparto de dividendos. El pronunciamiento de David Martínez, tercer accionista del banco vallesano con un 3,8% del capital, ha marcado un punto de inflexión en el transcurso de esta OPA.
El empresario mexicano ve el precio, que hasta ahora ha copado el grueso del debate en el mercado, como «algo secundario». «Considero que la futura consolidación en España de ambas instituciones dará lugar a una entidad aún más competitiva y rentable y con mayor potencial de revalorización. Se ha prestado una enorme atención al precio de la oferta; en mis consideraciones, este factor es secundario a los beneficios estratégicos y financieros que la integración de las entidades generará para sus accionistas en el largo plazo«, indica en el informe del consejo de administración de Banco Sabadell.
El máximo órgano de gobierno del banco ‘opado’ tuvo que emitir una segunda opinión sobre la OPA tras la mejora de precio, que ha vuelto a rechazar. La diferencia, ahora, está en el hecho de que el máximo accionista a título individual se haya abstenido, lo que supone un punto a favor de BBVA. El equipo liderado por Josep Oliu tuvo que modificar dicho documento y remitírselo de nuevo a CNMV por omitir algunas declaraciones de Martínez, entre ellas, que la potencial unión daría lugar a una entidad «aún más rentable y con mayor potencial de revalorización» y que además de los citados beneficios estratégicos la integración de ambos grupos también aportará beneficios financieros para sus accionistas en el largo plazo.
El respaldo de Martínez, al que el Sabadell ha calificado como un «inversor distressed», es decir, que busca invertir en compañías con problemas financieros y que «no está interesado en el dividendo ya que opera con su vehículo inversor, Fintech Europe, desde un paraíso fiscal», da una dosis de optimismo a BBVA. El mercado ha interpretado este respaldo como un impulso relevante a la OPA ante el efecto tractor que puede generar en otros accionistas institucionales para que acudan al periodo de aceptación, si bien los analistas no lo consideran un factor determinante.
